En el sector hotelero, las primeras impresiones cuentan, y pocas cosas influyen tanto en la comodidad y satisfacción del huésped como unas sábanas y toallas frescas y perfectamente limpias. No es una exageración: los estudios muestran que el 75% de las reseñas de los huéspedes están influenciadas por la limpieza de la ropa de cama y baño.
Por eso, unas operaciones de lavandería eficientes no solo reducen costes y tiempos de entrega, sino que también refuerzan la reputación del hotel, apoyan los objetivos de sostenibilidad y mejoran la rentabilidad.
Escoger el modelo de lavandería adecuado —interno, externalizado o híbrido— depende de la estrategia y necesidades operativas de cada hotel. Esta decisión debe guiarse por factores como el control sobre la calidad, la capacidad de inversión, la flexibilidad operativa y los objetivos medioambientales.
Equipamiento esencial para una lavandería productiva y de alta calidad
Elegir el equipamiento adecuado para la lavandería hotelera es clave. Se trata de ser eficientes y ofrecer una experiencia superior al cliente. Las lavadoras de alto rendimiento con control de consumo, programas personalizables y conectividad IoT son ya imprescindibles. Las secadoras industriales con sensores de humedad y ciclos energéticamente eficientes garantizan el mejor cuidado para cada tipo de tejido.
Para hoteles con grandes volúmenes, como resorts o cadenas, los túneles de lavado y las líneas de planchado agilizan los procesos y aumentan la productividad. Los plegadores automáticos de toallas y apiladores mejoran la presentación final, mientras que los sistemas digitales de gestión permiten el seguimiento en tiempo real, el control operativo, el mantenimiento preventivo y una trazabilidad total.
Sostenibilidad: de elemento reputacional a exigencia normativa
Normativas europeas como REACH, iniciativas como HARP de Ecovadis y certificaciones como la Ecoetiqueta Europea o Nordic Swan están estableciendo nuevos estándares. Los hoteles pueden hacer más sostenibles sus operaciones de lavandería adoptando productos químicos biodegradables formulados para tejidos delicados y ciclos a baja temperatura, utilizando embalajes sostenibles e instalando sistemas de filtrado de microplásticos para evitar la contaminación ambiental.
Los sistemas de recuperación y reutilización de agua pueden reducir el consumo hasta un 85%, mientras que la recuperación del calor del agua residual o del aire de las secadoras puede emplearse para precalentar agua o aire en los ciclos siguientes. La electrificación del equipamiento de lavandería, mediante calderas o resistencias eléctricas, permite a los hoteles aprovechar energía renovable, ya sea autogenerada o contratada a través de acuerdos de energía verde certificada.
¿Externalizar o no externalizar? Una decisión estratégica
Decidir si externalizar o gestionar internamente la lavandería es una elección clave. Las operaciones internas ofrecen mayor control de calidad, flexibilidad operativa y costes recurrentes asumibles, pero requieren espacio y una inversión inicial considerable. Los servicios externalizados, por su parte, ofrecen escalabilidad y menor inversión inicial, aunque pueden limitar la flexibilidad y el control.
Tendencias clave que están marcando el futuro de la lavandería hotelera
El futuro de la lavandería hotelera pasa por lavanderías centralizadas para cadenas hoteleras, la digitalización completa de procesos y modelos de servicio flexibles y escalables. La automatización y la robótica están transformando tareas como la clasificación, el plegado y el transporte de prendas. La sostenibilidad y la eficiencia energética se han convertido en factores decisivos en la selección de equipos y el diseño de procesos. La tecnología inteligente y el análisis de datos permiten optimizar en tiempo real los ciclos de lavado y secado, ajustar las cargas y realizar mantenimiento predictivo.
Están surgiendo modelos de negocio cada vez más personalizados y flexibles, pensados para responder a las necesidades operativas y de servicio específicas de cada hotel. Este cambio favorece una colaboración más estrecha entre hoteles y proveedores, redefiniendo el concepto tradicional de “partnership”. Por ejemplo, servicios como la lavandería valet —que ofrece soluciones personalizadas de lavado para los huéspedes— ilustran cómo los proveedores se adaptan para mejorar la experiencia del cliente y alinearse con el posicionamiento de marca del hotel.
La lavandería hotelera se ha convertido en un activo estratégico capaz de elevar la satisfacción del huésped, impulsar la sostenibilidad y mejorar la rentabilidad. Adoptando tecnología avanzada, prácticas sostenibles y modelos de negocio flexibles, los hoteles pueden convertir sus operaciones de lavandería en una auténtica ventaja competitiva. Girbau está preparado para ser tu aliado en esta transformación, aportando experiencia, innovación y soporte, estés donde estés.